Miguel Delibes

 

Supongo que hace algunos años vió su propia “Hoja roja”, en su librito de fumar la vida, y dejó de escribir y se dedicó a luchar por su salud, pero  la vida, como las hojas del librillo termina acabándose, los días tienen el  camino inexorable hacia la muerte.

Lo conocí por esa novela, cálida, triste, de sobrevivientes urbanos en un mundo burgués y me enamoró el acuerdo tácito de dos seres distintos; en edad, cultura, recursos, sexos… para acompañarse en la soledad.

Cuando leí “Las ratas”, descubrí una Castilla rural donde estos roedores eran comestibles, son ratas de campo, de agua, la única posibilidad de consumir  proteínas animales de los pobres  de la España profunda de aquellos años.

“Los santos inocentes” fue un latigazo feroz a mi conciencia, la resignación, la pobreza, la condena de servir y  de ser siervo. No olvidaré al hombre perro, con olfato de perro, en los años cincuenta, tan próximo a  la juventud de mis padres. Mientras seres anónimos sobrevivían con lo justo  nos vendía una España grande y libre. Y allí en un espacio rural, que jamás conocí, los derechos no eran humanos ni eran derechos , me gustaba Azarías que  era amigo de un pájaro “Milana bonita”.

“Cinco horas con Mario”, me explotó por dentro , quizás porque me gustan las novelas más urbanas, donde el dolor y la soledad las producen seres que conviven con nosotros. Me dio mucha pena de Mario, casado con una mujer que no lo  entendió nunca, y de ella, Carmen, que jamás se sintió amada. Una vida sin amor, dos mundos diferentes, de sexos diferentes, en Españas diferentes. Ni siquiera aprendieron a darse tibieza en los días fríos…

Con Miguel aprendí a amar a Castilla y los castellanos, su manera de sentir el dolor y la alegría sin grandes aspavientos, la palabra concisa, medida, para llegar al interior del alma de los lectores. La complicada sencillez de contar la vida.

Hoy nos ha dejado. Pero nos queda su obra, que es una manera de quedarnos menos solos.

 Descanse en paz.

 

 

 

 

 

3 Responses to Miguel Delibes

  1. Arturo dice:

    Que foto más cutre para ilustrar a un gran escritor…

  2. caberna dice:

    Perfecto («perfeto» que diría Pepe Blanco)comentario sobre la obra de Delibes. No estarías nada mal ejerciendo de crítica literaria, pero que nada mal…
    Un beso y gracias por tan literaria entrada.

  3. La Volaera dice:

    No esperaba menos de ti. Delibes se merece tu entrada y, con ella, la alusión a ese mundo desconocido que era para nosotros sureños, ese norte que dejó de ser frío para ser austero y merecedor de este homenaje que nos encontramos en «El camino».

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