Hoy es siempre todavía

Hace años dejé, abandoné este blog, necesitaba más tiempo para mí y como dijo un buen amigo tenía que “quitar el pie del acelerador”.

Desde ese tiempo han pasado algunas cosas, nos han pasado a todos. Hemos conocido a gente nueva, alguna gente se fue provisionalmente otras nos han abandonado para siempre dejándonos un terrible dolor y un volumen infinito de ausencias. Hemos tenido nuevas metas, nuevas oportunidades. Algunos hemos aprendido otros no.

Hemos sufrido una pandemia que pese a lo que yo creía no nos ha hecho más buenos pero al menos nos ha enseñado el valor de la familia, la importancia de estar juntos  y de tener un trocito de patio o de terraza donde mirar la calle o ver el cielo.

No me he vuelto escéptica, sigo creyendo en la humanidad pese a Putín a Trump y a tanto sinvergüenza que se aprovechó de las desgracias para enriquecerse durante lo peor de la pandemia

Ya no vivo en Ceuta, al menos las barbaridades del grupo de vox en la Asamblea no las sufro en directo. En diferido muchísimo porque sigo adorando mi tierra. Y me duele.

Retomo el blog porque  ya toca y otro buen amigo me convenció para hacer una novela. Me salió una novela corta llena de ficción y de realidades.  Después me mudé y apareció un manuscrito de poemas que había escrito con treinta años.

Lo demás lo podéis imaginar:  un certamen en mi tierra que no gano y una llamada de la editorial  diciendo que estoy entre los finalistas y animándome a  que publique.

Estaré con vosotros y vosotras en la Feria del libro de Ceuta si queréis verme. Nunca he dejado de estar.

Deja un comentario